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16 may 2013

Reproducción social, pobreza, vulnerabilidad y exclusión social: reflexiones teórico-metodológicas


Por Lic. Maricel Salera

Como se sabe, los modos de pensamiento remiten a múltiples definiciones respecto de a lo que se entiende como pensar. Epistemológicamente esto significa una apuesta político-teórica a la utilización de categorías que no son neutras, sino que funcionan como estructuras estructurantes, y que se
dan en procesos de anclajes históricos concretos, como  expresiones en tanto corte de la realidad en un momento determinado.
Por lo tanto, cuando se Hablan las categorías se hacen desde un posicionamiento que dice mucho más que lo categorial en sí mismo. Esta breve introducción, permite ubicarnos en que no es lo mismo hablar de pobreza que de exclusión, y por lo tanto en la consigna del trabajo ya se pre-supone que la exclusión como categoría ha permitido ampliar el horizonte político-teórico sobre el pensar la pobreza como una categoría que en sí misma, no permite dar cuenta de los procesos sociales que generan las situaciones de exclusión.
Se considera conveniente reemplazar la idea de pobreza por la de exclusión, para que esta última aporte a la reconfiguración de la primera en términos de relaciones sociales democráticas. Hablar de exclusión nos remite necesariamente a la cuestión del poder, es decir, que la exclusión implica fenómenos de dominación donde, por el tipo de relaciones económicas, políticas, culturales, sociales, se “excluye” a un sector de la población.
La exclusión como categoría alternativa y complejizadora de la noción de pobreza es central debido a que la primera hace referencia a la acumulación de desventajas. El sujeto excluido no es solo aquel que no participa directamente en la posesión y distribución de bienes sino que su propia posición social lo limita fuertemente en la participación de las disputas por la distribución del capital en sus diferentes formas (económicas, culturales, políticas).
La idea de exclusión permite analizar y complejizar la mirada de pobreza en términos de trayectorias históricas como sector en relación al ejercicio de los derechos, fundamentalmente los sociales, Por lo tanto, la exclusión abarca pero trasciende la noción de pobreza centrada en el ingreso, el gasto y el consumo para subrayar la dimensión política de la cuestión.
La exclusión no es un concepto estático, sino dinámico, implicando un interjuego complejo entre espacios de la vida política, económica, social y cultural. Así, “situaciones de inclusión parcial en una u otra esfera implican riesgo y vulnerabilidad. El estar excluido en una esfera no implica necesariamente el estarlo en las otras” (Minujin, A, 1988:175)
El aporte central que la categoría exclusión a aportado a los estudios de pobreza, significa no centrar la mirada en los aspectos vinculados a la posesión o no de bienes materiales, sino fundamentalmente la portación de capital social, cultural y simbólico que construye o no trayectorias de inclusión-exclusión.
Los estudios de pobreza están más centrados en la dimensión socio-económica promoviendo teorizaciones acotadas pero también modos de relación social en las que crecen los patronatos sociales. Esta mirada estática de la situación de los sujetos trabaja sobre las carencias y no las capacidades (en términos de Senn: “la pobreza en cambio, hace referencia a las capacidades, y más específicamente a las limitaciones o carencias de la “bolsa” de capacidades de los hogares” Saravi, G 24).
Desde una perspectiva socio-histórica, y ubicando el análisis de estas líneas en la realidad Latinoamericana, podemos afirmar que la categoría exclusión da cuenta y permite entender la complejidad y polifonía de las realidades sociales de este Continente. Si bien desde los primeros desarrollos teóricos la exclusión comenzó a Hablarse en Europa, vinculada al fin de la sociedad salarial, y como matriz que permitía entender y abordar la problemática de la integración (cuestión central de la Modernidad), tomado desde las realidades latinoamericanas nos permite poder poner en cuestión, ya sea en términos de ventajas o desventajas de los grupo vulnerables, las formas y mecanismos de integración que se construyeron en América Latina. La exclusión en este continente, es el resultado de una serie de desventajas en la relación individuo-sociedad, que no sólo incorpora la ubicación de los mismos en el mercado laboral, sino el lugar histórico que los mismos han tenido en los procesos políticos (con el corte en algunos períodos históricos), de la vieja contradicción civilización-barbarie. Esta contradicción fue construida desde no sólo lo económico, sino fundamentalmente lo cultural, lo simbólico y lo político.
Por último, y desde la especificidad de Trabajo Social, los aportes centrales que el concepto exclusión realizó a los estudios de pobreza, se entiende desde su “utilidad metodológica” en el diseño de las políticas públicas, y por ende, el desarrollo de estrategias de intervención para el abordaje de la cuestión social.
La idea de pensar en trayectorias sociales que al no ser atendidas pueden llevar (como tipo ideal) a la desafiliación, el trabajar desde la dimensión política de la problemática, como el no ejercicio de derechos que los ciudadanos portan desde su propia condición como tal, y por ende, no sólo poner la mirada en las carencias de aspectos materiales para la satisfacción de necesidades, ubica al concepto exclusión en una herramienta para el diseño de políticas, que trabaje desde la perspectiva de los sujetos no como carentes, sino desde su dimensión política, social, histórica, cultural.
La CEPAL, en su documento “Cohesión Social: inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe”, se pronuncia a favor de un contrato de cohesión social garantizado por el Estado, con políticas que superen el carácter circunstancial que rodea la idea de pobreza, más allá de las contingencias que los sujetos atraviesan.
Concluyendo, estas expresiones de la CEPAL (y el desarrollo antes planteado), son la síntesis de las tendencias que implican un reemplazo conceptual (exclusión por sobre pobreza), perspectiva epistemológica que significa un fuerte impacto en términos de aportes a la transformación de la vida cotidiana de los sujetos., ya que la exclusión introduce la cuestión del poder, aportando a procesos sociales de integración no desde un lugar de patronato social sino desde procesos emancipatorios, que den respuesta a cada realidad histórico-social de nuestro continente.

Lic. Maricel Salera



Bibliografía

·     Castel, Robert (2000) "Las trampas de la exclusión". En “Pobres, Pobreza y Exclusión Social” compilado y editado por Centro de Estudios e Investigaciones Laborales del CONICET (CEIL).
·   Minujin, Alberto (1998) "Vulnerabilidad y exclusión en América Latina", en Eduardo Bustelo y Alberto Minujin (editores) Todos entran, propuesta para sociedades incluyentes. Unicef/Santillana.
·       Saraví, Gonzalo (2007) “Nuevas realidades y nuevos enfoques: exclusión social en América Latina”. En Saraví, Gonzalo (editor) De la pobreza a la exclusión. Continuidades y rupturas de la cuestión social en América Latina. CIESAS, México
·      Fabre, Miguel (2000) “Consideraciones en torno al concepto de exclusión social”. En Acciones e investigaciones sociales, Nº 11. Universidad de Zaragoza: Escuela Universitaria de Estudios Sociales.
·     Salama, Pierre y Bandine Destremau (2001) Medidas de la pobreza desmedida. LOM Editores, Santiago de Chile. Cap 4 Pobreza y Exclusión. Punto 3: La exclusión y el problema de los vínculos sociales.

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