La Lic. Sandra Arito hizo referencia al tema supervisión en Trabajo Social. Entre los puntos salientes la profesional ofrece conceptos, la importancia de la supervisión en Trabajo Social, su incidencia en la práctica y la realidad en cuanto a la aplicación en la profesión.
¿Qué se entiende por supervisión?
Creo que en el caso de Trabajo Social al emplear la palabra supervisión nos referimos a la tarea que suele hacerse cuando se acompaña a equipos de colegas profesionales con el objeto de revisar aspectos vinculados al quehacer profesional.
Cuando un equipo o profesionales solicita supervisión se despliegan diferentes posibilidades ya que tanto las demandas de los equipo convocantes son particulares y los estilos e improntas del profesional que acompaña esa “supervisión” también lo es.
El modo de entender la tarea de acompañamiento a un profesional o equipo que lo requiera no es unívoco. Existen distintas formas de supervisión, análisis, clínica, acompañamiento, o como se proponga denominar tal tarea.
En mi caso, aunque las demandas suelen aparecer expresadas como de “supervisión profesional”, creo que no refleja exactamente lo que hago. No sería la palabra más adecuada para definir el trabajo que realizo en esas situaciones ya que creo que no es una mirada por sobre el trabajo de un equipo, “visando” lo que éste hace; supervisar sugiere además cierta posición de superioridad. Lo que hago tiene que ver con una tarea que implica la escucha y la observación sobre el relato de quienes integran el equipo consultante acerca de su trabajo profesional situado en una organización –institucional o comunitaria- en un contexto laboral determinado.
No imagino una supervisión de práctica profesional disociada del contexto institucional en el que las prácticas cotidianas se desenvuelven, entiendo que el proceso de acompañamiento, de análisis reflexivo, no es un análisis personal profesional sino una lectura analítica situada en un contexto institucional, organizacional y grupal determinado que incluye todos sus atravesamientos.
Me siento más cómoda en el acompañamiento que se realiza desde el “análisis” que implica esencialmente un retrabajo con los propios materiales que proporciona la experiencia y el trabajo del equipo que consulta y puede incluir momentos de capacitación. Esta tarea despliega momentos de tensión, de reconocimiento de potencialidades y debilidades; conlleva la posibilidad de que el equipo replantee estrategias y redefina formas y modalidades de interacción.
Entiendo que el convocado/ analista es co-pensor, “piensa con” y su función es acompañar desde un rol diferenciado y por un periodo determinado las prácticas profesionales-laborales de un equipo de trabajo situado en un contexto organizacional e institucional particular.
La idea es promover la capacidad de "autoanálisis" para que el propio equipo genere y/o potencie herramientas y condiciones para poder comprender lo que sucede y gestionar sus propias estrategias, que podrán incluir alguna instancia de análisis frente a determinados cambios o momentos particulares.