Desde nuestro Colegio Profesional
queremos seguir manteniendo viva la memoria de lo ocurrido hace una década,
cuando las aguas del río
Salado, que desbordaron ingresando por un tramo del terraplén de defensa que no
había sido construido, obligaron a la evacuación aproximada de 135.000 de los
450.000 habitantes. Al igual que hace diez años, seguimos brindando nuestro apoyo y solidaridad ante
esos acontecimientos vividos.
Las inundaciones vividas en nuestra
ciudad en los últimos años (1983, 2003 y 2007), cada una de estas experiencias
han fortalecido nuestras prácticas profesionales, haciéndonos resilientes ante
la adversidad sentida de las personas en las pérdidas no solo materiales, sino
también de su propia historia.
La situación vivida en 2003 sorprendió
en la inmediatez, lo inesperado que asombró a las personas sin poder tomar sus
pertenencias materiales, sino rescatando aquello que significa el cuidado de lo
afectivo.
Nuestras experiencias en centros de
evacuados, hospitales, clubes, escuelas y el trabajo en grupo con otras
disciplinas o con el trabajo solidario y anónimo de muchos han creado en esa
situación de crisis redes sociales que fortalecieron nuestras intervenciones.
La ayuda solidaria de las personas
de todo el país con sus donaciones significaba también toda una organización de
gestión. Muchos no contábamos con experiencias previas y ante esta catástrofe
redireccionábamos todo lo aprendido y muchas veces aplicábamos el sentido común
en la planificación de estrategias.
Hoy seguimos haciendo memoria de
ello para que nunca más pueda pasar, y enviando un abrazo a todo un pueblo que
ante las adversidades siempre se pone de pie.
Lic. Vanina Gómez
Presidenta CPAS
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