El Lic. Adrián Berdini disertó en el marco
de la jornada sobre “Cuidados paliativos y Muerte Digna. Intervención del
Trabajo Social e Interdisciplina”. El paciente, sus derechos y el papel del
trabajador social fueron temas centrales de la charla.
El tema desarrollado en la ocasión giró en
torno a los cuidados paliativos, al tratamiento y al abordaje de los pacientes
y del grupo familiar de aquellos que ya no tienen una posibilidad de curación
de su dolencia.
En este sentido, Adrián Berdini consideró
que “los cuidados paliativos se han desarrollado y evolucionan a las
enfermedades como el cáncer u otras enfermedades crónicas degenerativos. Para
nosotros el abordaje de los cuidados paliativos es una forma de asegurar la
equidad y el acceso a todas las practicas de salud, el ejercicio del derecho a
la salud en una forma digna de las personas. Esto es algo que puede guiar la
intervención en cualquier ámbito que tiene el trabajador social.”
Los cuidados paliativos siempre se han
desarrollado desde un punto de vista bioético y teniendo en cuenta todos los
derechos del paciente. Por eso es fundamental no solo dejarlo circunscripto a
la atención del paciente terminal sino de llevarlo a todo lo que es abordaje de
la problemática de la salud.
¿Cuál es el trabajo específico del
trabajador social dentro de los equipos en estos casos?
Hay cuatro tópicos fundamentales que debe
abordar el trabajador social. Desde mi punto de vista la especificidad del
trabajador social está en asegurar la accesibilidad del tratamiento del
paciente. No solo la accesibilidad económica. Hoy para que nuestros pacientes
puedan ejercer dignamente su derecho a la salud, hay muchas barreras que se
interponen en cuanto a la situación real y la situación ideal. Esas barreras
pueden ser culturales, económicas, geográficas. No es lo mismo el acceso a la
salud que tiene un paciente que vive en la ciudad de Santa Fe, aunque sea en la
periferia, que el que vive en plena cuña boscosa del norte santafesino. Santa
Fe es una provincia muy heterogénea y esto incide directamente en el acceso a
la salud. Los trabajadores sociales tenemos herramientas adecuadas para poder
intervenir y movilizar recursos comunitarios, familiares, individuales,
estatales y no estatales para que la gente pueda hacer ejercicio pleno de su
derecho a la salud. Ese es el ámbito específico del trabajador social. Hay
otras que tienen que ver con la interdisciplina. El tema comunicación es un
tópico fundamental, que los mensajes sean adaptados a la capacidad de los
receptores.
¿Está informada la gente respecto de cuáles
son sus derechos?
Hoy hay mucha información. La conciencia
del derecho a la salud se esta instalando progresivamente. Hubo en la década
del 90 un cambio del perfil del paciente. El hospital estaba preparado para
trabajar con el pobre estructural, todo ese sector de nueva pobreza se empezó a
perfilar hacia los espacios públicos y cambio el nivel de exigencia. Ese grupo
poblacional tenía otra conciencia de sus derechos y esto fue llegándole al
pobre estructural que venia resignado a esperar horas para que lo atiendan. Eso
cambió. Hoy el Estado se encarga de asegurar y difundir los derechos de las
personas lo que no quiere decir que estemos en una situación ideal.
Respecto de la llamada ley de muerte digna,
el aspecto cultural o ideológico ¿es una barrera para la implementación?
La legislación argentina ha avanzado mucho
en reglamentar y en especificar a las cosas que tiene derecho la persona. El
problema es la implementación. La ley de los derechos del paciente, mal llamada
ley de muerte digna, expresa la filosofía de los cuidados paliativos desde
siempre: el derecho a la autonomía, a la intimidad, al respeto. Si decimos que
hay que evitar el encarnizamineto terapéutico y no sostener con medios
artificiales la vida de una persona cuando la evolución natural de su
enfermedad hubiese evitado sufrimiento, el tema es aplicarla en el momento
oportuno. Eso en la práctica es muy difícil de concretar, sobretodo con
pacientes jóvenes o con niños que padecen enfermedades terminales. Los equipos
de salud están acostumbrados a pelearle a la muerte hasta el final.
Son decisiones que deben debatirse en el
equipo de salud y donde la familia hoy por ley tiene que opinar al respecto. En
las instituciones de salud uno tiene la oportunidad de establecer comunicación
y ahí empiezan los cuidados paliativos. Es muy importante que el trabajador
social tome contacto con este grupo familiar antes de que la familia y que el
paciente haya sido anoticiado de esta enfermedad porque se hace mucho más fácil
poder asesorar y estar cerca en los momentos donde hay que tomar decisiones
importantes o definitivas.
¿Esta modificación que se le hizo a la ley,
para usted es un aspecto positivo?
Sí, creo que es algo que aporta. Esto tiene
que estar en la conciencia del equipo de salud, poder derribar esa idea de que
el dueño de la verdad es el equipo de salud, que el paciente no tiene que
opinar y, dentro del equipo, la jerarquía en cuanto a la importancia de las
opiniones de los distintos profesionales. Ese debate hoy se está dando en las
instituciones de salud, en los equipos y en la sociedad.
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