Pobreza crítica y desigualdad persistente
El desafío de las políticas de inclusión social
La Asociación Argentina de Políticas Sociales (AAPS) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) convocan a participar del 4º Congreso Nacional de Políticas Sociales que se realizará los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2008 en la Ciudad de Santa Fe. Bajo el título "Pobreza crítica y desigualdad persistente · El desafío de las políticas de inclusión social", se refleja el interés de contribuir al debate de políticas sociales que logren integrar a sectores que se encuentran excluidos y marginados.
El objetivo del Congreso es generar un ámbito de reflexión a partir de la contribución de especialistas que, desde el sector público o privado, trabajan el diseño, implementación, análisis e impacto de las políticas. Asimismo, la AAPS busca fomentar, a través de diversas actividades académicas, la discusión de distintos enfoques y análisis de especialistas vinculados con la problemática de la pobreza extrema.
.
Inscripción
.
.
Inscripción online en:
.
Hasta el 17 de septiembre de 2008:
Estudiantes y jubilados $80 - Público General $130
Incluye libro + CD
Después del 17 de septiembre de 2008:
Estudiantes y jubilados $100 - Público General $150
Incluye libro + CD
El pago se realiza por transferencia bancaria o depósito en efectivo a:
Asociación Argentina de Políticas Sociales
Banco Santander Río - Sucursal Alsina
Cuenta Corriente N° 176-009151/4
CBU 0720176520000000915140
CUIT 33-70871011-9
Una vez realizada la operación deberá enviar el comprobante de deposito con su nombre, apellido y telefono de contacto, al fax 011 4381-1480 o por mail a congreso@aaps.org.ar
L
La disminución de la pobreza en la Argentina, luego de la crisis, ha sido un fenómeno social muy relevante, sostenido en otras variables que mostraron similar comportamiento, como la baja del desempleo y el aumento de los salarios reales.
Pero la sociedad argentina en su conjunto debe aún enfrentar un importante desafío: el número de ciudadanos que ha permanecido en indigencia y pobreza vulnerable a pesar de la mejora de la situación económica, y que demuestran tener graves dificultades para su plena inclusión social. Es lo que se ha dado en llamar pobreza crónica o persistente.
Es obvio que no se trata solamente de un problema argentino, pues la profundidad de las carencias estructurales, políticas equivocadas, crisis recurrentes, y la carencia de oportunidades que permitan una inclusión sostenida en el mercado laboral, han llevado a que muchos países de nuestra Región mantengan niveles altos de pobreza persistente.
Se trata de una cuestión extremadamente compleja desde el punto de vista analítico y de las políticas públicas, que exige mucha reflexión para apoyar una acción en varios frentes, entre los que figura con prioridad el problema de la desigualdad.
Las poblaciones que se han mantenido en una situación de pobreza e indigencia por largo tiempo, sufren situaciones de carencias múltiples que se agravan y retroalimentan con el paso del tiempo, dificultan cada vez más sus posibilidades de movilidad social, y se reproducen entre generaciones.
Por ello es que el problema de la pobreza persistente exige una mirada y una acción sistémica centrada en el grupo familiar y relacionada con el trayecto de vida, las razones de la vulnerabilidad y las posibilidades de inserción estable en el mercado de trabajo.
Asimismo, si bien es obvio que en el campo de la economía se encuentran las principales herramientas para resolver los problemas de pobreza y desigualdad, en el caso de la pobreza crónica, se requiere la aplicación de medidas económicas que apunten a las razones estructurales por las que los pobres crónicos solo trabajan en condiciones de muy baja productividad.
Otra cuestión central en este campo, es el de la voz y la representación. Existe suficiente evidencia académica y política acerca de las dificultades que tienen los excluidos para ser escuchados en sus demandas, que van desde dificultades de acceso a servicios esenciales, hasta ser parte de las negociaciones salariales. Los sindicatos no los representan, y las declaraciones de solidaridad con su situación son habitualmente muestras de retórica, antes que de compromiso efectivo. Incluir a los excluidos lleva implícitos conflictos por la distribución de recursos entre los muy pobres y los sectores medios incluidos, entre los que figuran obreros, trabajadores de cuello blanco y sectores de más altos ingresos. Una muestra de estos conflictos se ha demostrado en las discusiones sobre los programas de ingreso básico que figuran entre las propuestas principales de superación de la pobreza crónica.
La permanencia de la inequidad es, entre otras causas, un resultado de este silencio estructural. Es por ello que se necesita tomar este tema como una de las cuestiones centrales a analizar, tanto en sus evidencias, cuanto en las causas y consecuencias.
Finalmente, debemos mencionar que el problema de la pobreza persistente, representa un especial desafío para el Estado. Resulta menos complicado aplicar las recetas tradicionales de distribución y acceso, que desarrollar el complejo y minucioso trabajo de combinar acciones de política económica y social, en múltiples áreas, y con la perspectiva integradora del trayecto de vida. La necesidad de medir las diversas dimensiones del problema: la dimensión personal –subjetividades- y la social durante un lapso de tiempo que lo haga relevante; el desafío de la interacción entre áreas; el monitoreo y la evaluación y la reforma institucional que – desde una perspectiva de derechos- haga sustentables las decisiones son fuertes requerimientos sobre el aparato público.
Pero la sociedad argentina en su conjunto debe aún enfrentar un importante desafío: el número de ciudadanos que ha permanecido en indigencia y pobreza vulnerable a pesar de la mejora de la situación económica, y que demuestran tener graves dificultades para su plena inclusión social. Es lo que se ha dado en llamar pobreza crónica o persistente.
Es obvio que no se trata solamente de un problema argentino, pues la profundidad de las carencias estructurales, políticas equivocadas, crisis recurrentes, y la carencia de oportunidades que permitan una inclusión sostenida en el mercado laboral, han llevado a que muchos países de nuestra Región mantengan niveles altos de pobreza persistente.
Se trata de una cuestión extremadamente compleja desde el punto de vista analítico y de las políticas públicas, que exige mucha reflexión para apoyar una acción en varios frentes, entre los que figura con prioridad el problema de la desigualdad.
Las poblaciones que se han mantenido en una situación de pobreza e indigencia por largo tiempo, sufren situaciones de carencias múltiples que se agravan y retroalimentan con el paso del tiempo, dificultan cada vez más sus posibilidades de movilidad social, y se reproducen entre generaciones.
Por ello es que el problema de la pobreza persistente exige una mirada y una acción sistémica centrada en el grupo familiar y relacionada con el trayecto de vida, las razones de la vulnerabilidad y las posibilidades de inserción estable en el mercado de trabajo.
Asimismo, si bien es obvio que en el campo de la economía se encuentran las principales herramientas para resolver los problemas de pobreza y desigualdad, en el caso de la pobreza crónica, se requiere la aplicación de medidas económicas que apunten a las razones estructurales por las que los pobres crónicos solo trabajan en condiciones de muy baja productividad.
Otra cuestión central en este campo, es el de la voz y la representación. Existe suficiente evidencia académica y política acerca de las dificultades que tienen los excluidos para ser escuchados en sus demandas, que van desde dificultades de acceso a servicios esenciales, hasta ser parte de las negociaciones salariales. Los sindicatos no los representan, y las declaraciones de solidaridad con su situación son habitualmente muestras de retórica, antes que de compromiso efectivo. Incluir a los excluidos lleva implícitos conflictos por la distribución de recursos entre los muy pobres y los sectores medios incluidos, entre los que figuran obreros, trabajadores de cuello blanco y sectores de más altos ingresos. Una muestra de estos conflictos se ha demostrado en las discusiones sobre los programas de ingreso básico que figuran entre las propuestas principales de superación de la pobreza crónica.
La permanencia de la inequidad es, entre otras causas, un resultado de este silencio estructural. Es por ello que se necesita tomar este tema como una de las cuestiones centrales a analizar, tanto en sus evidencias, cuanto en las causas y consecuencias.
Finalmente, debemos mencionar que el problema de la pobreza persistente, representa un especial desafío para el Estado. Resulta menos complicado aplicar las recetas tradicionales de distribución y acceso, que desarrollar el complejo y minucioso trabajo de combinar acciones de política económica y social, en múltiples áreas, y con la perspectiva integradora del trayecto de vida. La necesidad de medir las diversas dimensiones del problema: la dimensión personal –subjetividades- y la social durante un lapso de tiempo que lo haga relevante; el desafío de la interacción entre áreas; el monitoreo y la evaluación y la reforma institucional que – desde una perspectiva de derechos- haga sustentables las decisiones son fuertes requerimientos sobre el aparato público.
¿Por qué la AAPS decide llevar a cabo el IV Congreso Nacional de Políticas Sociales?
La Asociación Argentina de Políticas Sociales es una asociación profesional que se formó en el año 2000 con el objetivo de jerarquizar esta área de pensamiento y acción en relación a las problemáticas sociales. Surge como una iniciativa interdisciplinaria y abierta a diferentes filiaciones políticas o ideológicas. Es por ello que uno de sus objetivos principales es generar espacios de intercambio de ideas y experiencias.
A partir de este marco la Asociación Argentina de Políticas Sociales convoca al IV Congreso de Políticas Sociales bajo el título de “Pobreza Crítica y Desigualdad Persistente. El desafío de las políticas de inclusión social” con el objetivo de abrir un espacio de reflexión a partir de las contribuciones tanto académicas como prácticas acerca de las diversas dimensiones del problema y sus implicancias políticas.
Como ya lo hemos mencionado mas arriba, la hipótesis subyacente es que hay un núcleo relevante de población que –por diversas razones- puede encuadrarse dentro de la categoría de “pobres crónicos”, y que, a pesar de la notable mejoría en la situación económica social no pueden superar su estado de exclusión. Si esta hipótesis fuese plausible, entonces sería necesario abordarla con una mirada multidimensional que comprendiese – desde la perspectiva de políticas- los diversos aspectos que determinan la situación de pobreza crítica, así como los que permitan superarla.
Con el antecedente de nuestros tres Congresos anteriores, y con el convencimiento que es necesario y relevante avanzar en este momento en el problema de la pobreza persistente queremos una vez mas generar espacios de reflexión y discusión sobre los mecanismos y el tipo de políticas necesarias para abordar esta problemática en la Argentina, así como generar espacios de transmisión de experiencias y acciones de intervención desarrollada en estos años, respetando nuestro principio de la mas absoluta libertad académica.
Por tales motivos la AAPS convoca al IV Congreso Nacional de Políticas Sociales con la presencia de referentes académicos, profesionales, y diversos actores e instituciones que tienen incidencia en la intervención social, especializados en cada uno de los temas en cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solicitamos respeto y moderación en sus comentarios. Gracias.